El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reiterado este miércoles su negativa a negociar con los republicanos un aumento del techo de deuda, alegando que espera que la Cámara de Representantes apruebe la medida como se ha hecho durante todas las administraciones estadounidenses.
«La Constitución de Estados Unidos es explícita sobre esta obligación, y el pueblo estadounidense espera que el Congreso la cumpla del mismo modo que lo han hecho todos sus predecesores. No es negociable ni condicional», ha remachado el mandatario durante una reunión con el presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy.
Biden ha sostenido que es obligación del Congreso no permitir un impago de la deuda que tiene el Estado, asegurando que sería «económicamente catastrófico», según ha informado en un comunicado la Casa Blanca.
En este sentido, se ha mostrado abierto a debatir con el Partido Republicano las maneras de reducir el déficit y controlar la deuda nacional sin dejar de aumentar el techo de deuda. Así, ha recordado que durante sus dos primeros años al frente de la administración se habría reducido el déficit en 1.700 millones de dólares (1.540 millones de euros), un hecho que ha calificado de «récord».
El presidente de la Cámara de Representantes, por su parte, ha afirmado ante Biden que el país no puede seguir «despilfarrando» el dinero que no tiene, cargando así los pagos a las próximas generaciones.
«Nuestra deuda es demasiado elevada. Tenemos despilfarro en nuestro gobierno. El problema está empeorando, no mejorando», ha aseverado McCarthy en declaraciones a la prensa tras su reunión con Biden.
En este sentido, ha hecho un llamamiento a republicanos y demócratas para trabajar junto en aras de establecer «un límite de deuda responsable» que ponga a Estados Unidos «en la senda de un presupuesto equilibrado».
El Congreso de Estados Unidos, que es quien decide el presupuesto del gobierno federal, tiene la potestad de autorizar la emisión de deuda necesaria para sufragarlo en caso de que haya déficit (cuando se gasta más de lo que se ingresa).
La norma, que tiene su origen en una ley de 1917, ha sido respetada históricamente tanto por el Partido Republicano como el Partido Demócrata, independiente de quien obstentara la mayoría de ambas cámaras, sin utilizar el aumento del techo de la deuda como un arma política.
No obstante, desde la Administración Clinton, los republicanos han amenazado a los demócratas en multitud de ocasiones con no aprobar el aumento del techo de la deuda, lo que llevaría a Estados Unidos al impago de sus obligaciones, lo que a su vez –teniendo en cuenta la magnitud de la economía estadounidense– podría llevar a una crisis financiera mundial.
Por este motivo, Biden ha mostrado su negativa a dar concesiones al Partido Republicano a cambio de que estos aprueben el aumento del techo de la deuda, alegando que nunca ha sido así y que una crisis financiera sería solo responsabilidad de los republicanos.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIA REFORMA.
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