La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, anunció una nueva fase de su plan para frenar la inmigración procedente de Centroamérica con nuevos compromisos con el sector privado que permitirán la inversión de 950 millones de dólares adicionales para crear oportunidades en la región.
Hasta la fecha, el Llamado a la Acción y la Alianza para Centroamérica (PCA, en inglés) que lanzó Harris en 2021 ha impulsado inversiones de más de 4.200 millones de dólares en compromisos del sector privado para crear oportunidades económicas en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Esas inversiones se canalizan a través un acuerdo público-privado entre el Departamento de Estado y la organización independiente Partnership for Central America, en estrecha coordinación con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, en inglés).
Esta estrategia busca combatir la corrupción o a la violencia en los lugares de origen e incluye el apoyo de otros Gobiernos y de empresas estadounidenses.
El plan se concentra en Guatemala, El Salvador y Honduras, países que integran el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, de donde proviene el mayor flujo de migrantes que busca llegar a Estados Unidos.
Según explicó a medios este lunes un funcionario de alto rango de la Administración, el plan es un «esfuerzo a largo plazo» que busca «llegar a la raíz del problema» y que se suma a otros proyectos a corto plazo que abordan «los desafíos inmediatos en la frontera», de los que ya están «comenzando a ver algunas tendencias positivas».
En los últimos meses, el Gobierno de Joe Biden ha llevado a cabo iniciativas migratorias como el programa humanitario para cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses aplicado desde comienzos de enero, que ha hecho descender un 90 % la llegada irregular de esos inmigrantes al país, según cifras oficiales.
La fuente de la Administración explicó, además, que desde agosto se ha registrado una caída del 71 por ciento en el número de personas de esos países a las que interceptan en la frontera intentando entrar irregularmente.
Gracias a la asociación público-privada ampliada hoy, 47 empresas y organizaciones están colaborando, sin fines de lucro, de sectores como las finanzas, el textil, la agricultura, la tecnología o las telecomunicaciones.
«Estas inversiones están creando empleos, conectando a las personas con la economía digital, ampliando el acceso al financiamiento para pequeñas empresas, brindando capacitación y educación para jóvenes y trabajadores, y mejorando los medios de vida económicos para las personas en la región», señala el memorando.
Alguna de las nuevas iniciativas las protagonizarán empresas como Chegg, una plataforma de aprendizaje en línea que brinda apoyo a los estudiantes y que se ha comprometido a certificar a 100.000 estudiantes adultos jóvenes en Honduras para 2030, con un enfoque particular en mujeres.
También Columbia Sportswear Company, que se comprometió a comprar productos por valor de 200 millones y crear así 6.900 empleos en la región durante los próximos 5 años.
Otra compañía que ofrece microcréditos a mujeres empresarias, Microwd, apostó por emitir 20 millones de dólares en deuda para continuar la expansión en El Salvador y Honduras y llegar a 10.000 mujeres empresarias adicionales en el norte de América Central para 2024.
Además, hay empresas latinoamericanas como Protela-Colombia, que se ha comprometido a invertir 45 millones de dólares en la construcción de una planta de fabricación textil en Guatemala que se espera emplee directamente a 400 personas.
CON INFORMACIÓN DE EFE.
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