Eder Ramírez lamenta que por la pandemia del covid-19 tuvo que cerrar su negocio de peluquería, que con mucho esfuerzo abrió hace dos años.
Por esa situación y ante la falta de ingresos económicos se registró como conductor de Didi, un servicio de transporte que se ofrece por medio de una aplicación de teléfono.
Tener su propio negocio le costó dos años de trabajo para poder ahorrar dinero y comprar su herramienta de peluquería.
Sin embargo, en marzo pasado, cuando se registraron los primeros contagios de covid-19 en el estado, las autoridades lo obligaron a cerrar, porque no se encontraba en el catálogo de productos esenciales.
Para no dejar a su familia sin sustento económico se registró como conductor de Didi, porque tiene dos hijos pequeños que necesitan dinero para sus estudios.
Además, por la pandemia y la implementación de las clases virtuales tuvo que comprar dos teléfonos celulares, con los cuales sus pequeños pueden tomar sus materias.
Eder compartió que tras el cierre de su negocio lo primero que pensó fue en vender su herramienta de peluquería para tener dinero, pero ahora dice que fue afortunado porque encontró un empleo y todavía cuenta con su negocio, aunque por la emergencia sanitaria está cerrado.
De su trabajo como conductor de Didi, dijo que algunos días le va bien y sus ingresos son de hasta 600 pesos al día, de los cuales la plataforma le descuenta 150 pesos y 250 los utiliza para el combustible, de tal manera que al día le quedan 200 pesos libres.
El entrevistado señaló que además de la crisis económica que enfrentan por la pandemia, la inseguridad también les ha pegado fuerte.
Por eso trabaja de seis de la mañana a seis de la tarde y durante el día evita realizar servicios a colonias como Antonio Barona, Milpillas y El Universo, en Cuernavaca, porque sus compañeros le dijeron que son zonas inseguras.
Fuente: Antonella Ladino/ La Unión de Morelos
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