El Gobierno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, no tiene ningún tipo de «preocupaciones» con el eventual regreso a Brasil del exmandatario Jair Bolsonaro, quien tiene previsto llegar a Brasilia mañana, jueves, según han declarado fuentes oficiales.
«El Gobierno y el presidente Lula no tienen opinión ni ninguna preocupación» con la vuelta al país de «un ciudadano que se dice de oposición», declaró hoy a la prensa el ministro brasileño de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha.
Bolsonaro, el principal dirigente de la ultraderecha brasileña, se encuentra en Estados Unidos desde el pasado 30 de diciembre, cuando dos días antes de la investidura del nuevo Gobierno decidió abandonar Brasil siendo aún presidente con la nada disimulada intención de no entregarle el poder al izquierdista Lula.
El regreso de Bolsonaro ha sido anunciado para mañana, jueves, por el Partido Liberal (PL), al que se afilió a fines de 2021 y que le ha nombrado «presidente honorario» tras su frustrada campaña en busca de la reelección frente a Lula, quien le derrotó en segunda vuelta por una diferencia de apenas 1,8 puntos porcentuales.
En Estados Unidos, Bolsonaro ha reforzado sus relaciones con la ultraderecha estadounidense, ha participado en actos del movimiento conservador y ha mantenido un tono crítico contra el Gobierno de Lula, cuya victoria en las elecciones presidenciales de octubre pasado aún no termina de reconocer públicamente.
LA JUSTICIA ESPERA
En ese período, también se han agravado sus problemas con la Justicia, que le ha incluido en una investigación sobre los sucesos del 8 de enero, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de los tres poderes de la Nación con la intención de forzar un golpe de Estado contra Lula.
Bolsonaro responde ante los tribunales en una decena de procesos que en su mayoría se tramitan ahora en primera instancia, debido a que ha perdido los fueros que le garantizaba el cargo, y se presume que, una vez que esté en Brasil, podría ser llamado a declarar en varios de ellos.
La justicia ordinaria le investiga por alentar actos golpistas, por campañas de descrédito contra la justicia electoral, por difundir información falsa, por supuestos abusos económicos y de poder, entre otras causas.
En la Corte Suprema permanecen cinco procesos, uno de los cuales intenta determinar la autoría intelectual del frustrado golpe del 8 de enero y en el cual Bolsonaro figura como investigado.
En las últimas semanas se ha agregado una investigación, que aún no ha llegado a los tribunales, sobre valiosos obsequios que recibió de Arabia Saudí en su condición de mandatario y que conservó después de dejar el poder, pese a que debía entregarlos al patrimonio del Estado.
Al comentar el regreso de Bolsonaro, Padilha citó ese último caso y consideró que el exmandatario «deberá dar algunas explicaciones» sobre esos regalos, pese a que en su gran mayoría ya han sido depositados en un banco público por los abogados del líder de la ultraderecha.
Padilha también minimizó la posibilidad de que el regreso del exmandatario lleve a sus seguidores a tomar las calles mañana, jueves.
«Si hay manifestaciones, serán normales» y la responsabilidad de controlarlas será «de las autoridades regionales de Brasilia», dijo el ministro, que reforzó el mensaje de que el gobierno de Lula «sólo está preocupado por gobernar el país».
CON INFORMACIÓN DE EFE.
(Visited 1 times, 1 visits today)