Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado que sus conferencias matutinas son “un diálogo circular” que garantiza “el derecho del pueblo a la información”, la realidad es que la mayoría de las declaraciones que hace el mandatario se trata de información que no puede comprobarse o que resultan afirmaciones falsas.
Así lo concluye un análisis elaborado por la organización internacional Artículo 19 titulado “(Des)información oficial y comunicación social” que abarca una muestra de 34 afirmaciones del Presidente, que al cotejar con información proporcionada por la Oficina de la Presidencia de la República se constató que en el 58.8% de los casos no se contó con la información para comprobar su veracidad, mientras que en más del 26 % se confirmó la falsedad de sus declaraciones.
Considerando las 84 solicitudes de información que a lo largo de dos años presentó Artículo 19 para comprobar la veracidad o falsedad de los dichos en lo que ya se considera la máxima tribuna del país, el panorama general de esa muestra arrojó que en la mayoría de los casos (44.1 %) la propia Oficina de Presidencia admitió formalmente la inexistencia de la información referida por el mandatario, y en un 32.4% de las peticiones se declaró incompetente.
“Cuando una figura tan relevante como lo es la Presidencia de la República difunde información falsa o que no está sustentada en datos oficiales, se genera un profundo efecto negativo en la dimensión colectiva del derecho a la información, pues se perjudica el derecho de las personas a estar informadas de forma efectiva (…) La desinformación sigue siendo una de las estrategias preferidas del gobierno federal”, concluyó la organización que también forma parte de la investigación de “Ejército espía”.
Dentro de las declaraciones del mandatario, que con base en las fuentes oficiales y los requerimientos de información la organización comprobó que se trataron de falsedades, se encuentra la supuesta reducción en el número de feminicidios, y la reiterada frase del Presidente de que en su gobierno “ya no hay torturas, desapariciones ni masacres”.
Mientras que entre los datos que no se pueden probar se incluyó el dato del mandatario de que “el 90 por ciento” de las llamadas al 911 son falsas; los supuestos “equipos de investigación” que envía el gobierno federal en casos de violencia contra la prensa; así como el cálculo de “más de un millón de víctimas de violencia” como el saldo de la llamada “guerra contra el narco”.
Fuente: Jonathan Nácar/ EJE CENTRAL
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