CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 1 de mayo de 2023
El 19 de agosto de 2006 entrevisté a Vinicio Limón Rivera, entonces secretario general de la Federación de Trabajadores de Morelos (CTM), quien desde ese tiempo había denunciado la existencia de sindicatos de protección por parte de funcionarios corruptos adscritos a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, hoy presuntamente combatidos por la reforma laboral aprobada a finales de abril de 2019 por el Senado de la República.
Entre otras cosas, Limón Rivera expresó lo siguiente:
“El problema de fondo en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje siguen siendo la corrupción y los negocios, todos los días y a todas horas. La danza de los miles o millones de pesos en su máximo esplendor”.
Limón Rivera, quien está dedicado por completo a cumplir su función como secretario de Organización del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), añadió que el futuro del sindicalismo mexicano tiene estrecho vínculo con infinidad de contratos colectivos de trabajo, concretamente los de organizaciones gremiales fuertes, como la CTM.
E indicó ese 19 de agosto de 2006:
“Alrededor de 30 por ciento de los más de 8 mil contratos colectivos de trabajo existentes en Morelos son de ‘protección’, mediante sindicatos carentes de representatividad y bajo el amparo de las autoridades laborales. Esto lo saben muy bien los directivos de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, pues las mafias que operan esos sindicatos de protección sobreviven gracias al apoyo de ese tipo de instituciones. Las componendas entre una parte y otra sólo benefician a empresas y patrones (…) La sobrevivencia de sindicatos fantasmas, especialmente en actividades como la construcción, es un fenómeno real (…) Estamos hablando de un promedio de 100 sindicatos con registro, que a simple vista pudieran considerarse como legalmente en operación, aunque la toma de nota de la mayoría y la validación por dicha Junta se otorgaron hace mucho tiempo, presentándose el ridículo caso de líderes que ya fallecieron pero que continúan al frente de esas organizaciones”.
En este contexto Vinicio Limón Rivera se refirió a Bulmaro Hernández Juárez, dirigente fundador del Nuevo Grupo Sindical (NGS). Dijo al respecto:
“Recurre a extorsiones, el chantaje y la amenaza de clausura de obras particulares o huelgas, cuando no existe ninguna ley que los ampare y valide en sus acciones; sin embargo, nada se hace por desaparecerlos”.
Hasta aquí lo dicho por Vinicio Limón Rivera en torno a los sindicados de protección, caracterizados, entre otras cosas, por llegar a firmar contratos colectivos antes, incluso, de que las empresas tengan trabajadores, con el objeto de garantizar los intereses de los empleadores.
El mundo del trabajo en México está plagado de organizaciones corrompidas y arcaicas, pero se supone que a partir de este primero de mayo la situación cambió con la extinción de miles de contratos colectivos de trabajo espurios. Se presume, asimismo, que la acción también se aplicará en Morelos, donde el contexto laboral presuntamente ya no es el mismo de antaño. Estaremos atentos y luego diremos.
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