Hoy, Diego Armando cumpliría 38 años y tal vez lo festejaría con su familia y con su mamá, Alma Griselda Nieto. Sin embargo, desde el 13 de agosto del 2011 está desaparecido.
Para recordarlo, su mamá le compró dos pasteles: uno de café con chocolate y otro de tres leches decorado con fresa; estos postres los llevó a la conferencia de prensa junto al Palacio de Gobierno para compartirlos con los asistentes.
Cada año, Alma Griselda lo recuerda como un hombre noble, sencillo, alegre y trabajador.
«No hay palabras porque para las madres, con este dolor que llevamos, es algo muy terrible y horroroso», dijo.
Lamentó que hasta el momento no haya avances en la carpeta de investigación que inició en 2011 la Fiscalía General del Estado (FGE) por la desaparición, por lo que dijo todo se lo ha dejado a Dios mientras y haya esperanza y fe ya es ganancia.
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