La multinacional 3M se comprometió este jueves a pagar 10.300 millones de dólares a las ciudades estadounidenses afectadas por la contaminación del agua potable con los llamados «compuestos permanentes» a cambio de evitar miles de demandas.
El acuerdo está sujeto a la aprobación de la Justicia y según la compañía no es una admisión de responsabilidad.
En un comunicado, el fabricante de material sanitario e industrial explicó que el pacto servirá para dar financiación a los proveedores de agua pública para tratar el agua contaminada con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS), conocidas como tóxicos o compuestos «permanentes».
También resuelve las demandas presentadas hasta ahora por diversas ciudades y municipios estadounidenses que acusan a la empresa de contaminar el agua con estos compuestos, que son muy comunes en la fabricación de productos, desde cosméticos hasta papel higiénico.
«Es un importante paso adelante para 3M», dijo en el comunicado el director ejecutivo de la compañía, Mike Roman, que aseguró que la empresa dejará de fabricar PFAS antes del final de 2025.
Este tipo de sustancias se utilizan desde hace 70 años por sus propiedades antiadherentes e impermeabilizantes en una multitud de productos, y la exposición crónica, incluso a niveles bajos, está asociada a efectos nocivos para la salud, como enfermedad tiroidea, daños en el hígado y varios tipos de cáncer.
La noticia llega pocas semanas después de que otras tres empresas del sector químico, Chemours, DuPont de Nemours y Corteva, acordaran pagar 1.185 millones de dólares para resolver una demanda colectiva similar.
En los últimos años, y en causas separadas, más de una decena de fiscales estatales de EE.UU. han demandado a empresas químicas fabricantes de PFAS y algunos de ellos han obtenido cuantiosas compensaciones individuales: Minesota, por ejemplo, obtuvo 850 millones de dólares de 3M en un acuerdo firmado en 2018.
CON INFORMACIÓN DE EFE.
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