De acuerdo con el diagnóstico del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescente (TUJA) se triplicó el número de menores en conflicto con la ley que son juzgados por narcomenudeo y la mayor parte de ellos corresponde al grupo de edad de 16 y 17 años.
“El narcomenudeo ha tenido un incremento en la participación de los adolescentes en ese delito, ha mutado. Les decía, comparado con las cifras que les daba, 11 por robo y 30 por narcomenudeo, es decir, se ha triplicado esa actividad en relación a como estaba en años anteriores.
“Pero eso ha sido una escala de crecimiento, porque cada vez más ellos aspiran no solamente a participar en el delito sino a ser aceptados, por ejemplo, por un grupo delictivo, por una red que se dedica a la venta y distribución de drogas. ¿Qué ocurre? Que ellos se sienten aceptados y al sentirse aceptados y al no tener un red familiar importante van estar ahí permanentemente ligados a esa organización, incluso cuando egresan (del internamiento) ellos pueden nuevamente incorporarse (a los grupos criminales) ¿Y qué tenemos? Que después aparecen los jóvenes ejecutados o ya con algún problema de una nueva detención ya cuando son adultos”, explicó la magistrada presidenta del TUJA, Adriana Pineda Fernández.
Advirtió que por lo menos el 50 por ciento de los adolescentes -la mayoría varones- que llegaron al TUJA imputados por el delito de narcomenudeo también fueron acusados de haber sido detenidos en posesión de armas de fuego, lo que significa que las conducta ilícitas se cometen con violencia.
Por otra parte, la titular del TUJA informó que tiene planeado retomar el proyecto de la “Casa de Medio Camino”, el cual quedó truncado en 2019 por falta de presupuesto y su propósito es apoyar y dar seguimiento a la reinserción social a los jóvenes egresados del Centro de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA).
Indicó que muchos adolescentes y jóvenes, tras concluir su periodo de internamiento, reinciden en conductas ilícitas debido a que carecen de una red de apoyo familiar.
“Por lo menos el 50 por ciento no cuenta con una red de apoyo definida. Incluso lo notamos en las audiencias, cuando ellos tienen el derecho de asistir acompañados de algún familiar para que le de apoyo moral durante el procedimiento y a veces no van (los padres o familiares), van ellos solos y esto implica que ellos no tengan el cuidado y ese amor que deben tener de su familia para que esta acogida les dé la oportunidad de reeducarse”, comentó.
Fuente: Maciel Calvo/ La Unión de Morelos
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