¿Están ustedes de acuerdo con la afirmación de que los morelenses perdimos nuestra capacidad de asombro cuando se nos informa o somos testigos de hechos violentos?
Hechos violentos son, indudablemente, los cada día más constantes accidentes en las carreteras de “altas especificaciones”, como la México-Cuernavaca, donde casi todos los fines de semana surgen percances mortales cuyos participantes son motociclistas, pero también automovilistas. En ambos casos, casi siempre están involucrados el alcohol, la impericia para manejar y el exceso de velocidad. Sin embargo, a los anteriores factores debo agregar la prepotencia y la falta de respeto a la vida de gente inocente.
Antes de entrar en materia debo traer a colación lo ocurrido el domingo 15 de agosto de 2021, cuando, en los momentos más graves de la pandemia de Covid-19, a la altura de Tres Marías (municipio de Huitzilac) sobre la autopista México-Cuernavaca con dirección sur, hubo una colisión de entre 12 y 15 motocicletas, dos tráileres y unos 15 vehículos automotores particulares (camionetas y automóviles). Hubo seis muertos, todos ellos tripulantes de las motos, entre quienes viajaban varias mujeres; y al menos ocho heridos. Ya se imaginarán los daños materiales, de suyo cuantiosos.
Los primeros informes dados a conocer por innumerables cuentas en redes sociales, sin existir peritajes oficiales ni datos corroborados por las autoridades competentes, pretendieron endosar toda la culpabilidad a los traileros, cuando muchísimos usuarios de la autopista habían visto a los “motobikes” (de la misma forma en que lo hemos constatado nosotros) circulando a exceso de velocidad, poniendo en peligro la propia vida y la de personas inocentes. Durante varios kilómetros los motociclistas venían jugando carreras con los “motobikers” accidentados, hasta que estos se toparon con varios tráileres en la zona de Tres Marías. Más motos fueron a impactarse contra los pesados vehículos, donde yacían los cuerpos sin vida de sus compañeros y amigas.
Consultando la reglamentación en torno al uso de motocicletas, tanto en las autopistas y carreteras federales, así como en las ciudades, algunas de las obligaciones de los conductores son ser mayor de 18 años de edad y no entablar competencias de velocidad, arrancones o efectuar maniobras que pongan en riesgo la seguridad del tránsito o de terceros. Esto último es lo que precisamente nunca respeta la mayoría de motociclistas, a quienes, además, se les ve con gran frecuencia ingiriendo bebidas embriagantes en Tres Marías, Cuernavaca y otros puntos de nuestra entidad.
En México, conducir una motocicleta representa un riesgo seis veces mayor de sufrir lesiones graves y tres veces mayor de morir, en comparación con conducir un vehículo automotor. Tener una moto no sólo implica saber conducirla y usar equipo de protección. También demanda el conocimiento de las reglas de tránsito, ya que la cultura vial nos convierte en mejores y más responsables motociclistas. Etcétera, etcétera.
Quise referirme a los “motobikes” este día, porque el fin de semana se difundió en múltiples redes sociales un video donde aparecían alrededor de diez motociclistas jugando en la misma autopista, bloqueando el paso a decenas de vehículos, pues han de saber ustedes que el jueguito lo estaban realizando a menos de 40 kilómetros por hora. Esto, señoras y señores, no debe permitirse y requiere ser sancionado. Sus maniobras, a baja velocidad y zigzagueando, significaban una burla para decenas de usuarios de la importante vía de comunicación. No se vale.
Autopista #Cdmx #Cuernavaca hasta cuando estas bestias seguirán haciendo de las suyas? Y la @GN_Carreteras bueno ya saben lo que pienso de ellos. @CAPUFE pic.twitter.com/S1Ae3Iz5uL
— YO LO VI. (@Gato_Samm) May 7, 2023
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