Brigadas de socorristas trabajaban el domingo en el retiro de escombros tras el sismo de magnitud 5,9 grados que dejó 12 muertos y 188 heridos en el norte de Haití. Muchos de los residentes de las zonas más afectadas sopesan mudarse, por temor a otro movimiento tectónico.
El ministro del Interior, Fednel Monchery, informó a la radiodifusora Magk 9 que el número de víctimas mortales se elevó a 12. No precisó detalles sobre los decesos.
“Siento que mi vida no está segura aquí”, dijo a The Associated Press la monja Maryse Alsaint, directora de la Escuela Nacional San Gabriel, un inmueble de dos pisos que colapsó en la localidad de Gros Morne, 130 kilómetros al norte de la capital, en la provincia del Artibonito.
Mientras camina entre los escombros y ve una pared agrietada con figuras de Mickey y Minnie Mouse, Alsaint lamenta que cerca de 500 alumnos de educación básica, de los 700 que aloja la escuela, no podrán volver a clases el lunes por falta de aulas. Decenas de personas acudían al inmueble para atestiguar la tragedia.
El sismo se registró a las 20:11 del sábado, con epicentro en el mar, a 19 kilómetros al noroeste de la ciudad costera de Port-de-Paix, capital de la provincia del Noroeste. El movimiento se sintió en gran parte del país, así como en la vecina República Dominicana, donde no se reportaron daños, y en Cuba.
En Gros Morne, una de las localidades más afectadas, la alcaldía reportó el deceso de cuatro personas, 44 viviendas dañadas y el derrumbe de los techos una iglesia y de un auditorio, donde perecieron dos de las víctimas, así como una sección del hospital Alma Máter.
Michel Hugues, director del hospital, dijo a The Associated Press que en el derrumbe en el centro médico no falleció ningún paciente ni personal de salud y que el hospital trabajaba el domingo para atender a los heridos que llegaron de diferentes puntos.
Pierre Jacques Baudre, un agricultor y padre de siete hijos, teme volver a su casa en Gros Morne luego de que el sismo derribó una de las paredes construidas con rocas y cemento. “La casa se puede caer en cualquier momento”, afirmó.
La dirección de Protección Civil detalló que otras siete personas fallecieron en Port-de-Paix, 160 kilómetros al norte de la capital. Indicó que los 135 heridos fueron atendidos en centros médicos de varias de las localidades del norte del país.
La sede de la policía en Port-de-Paix sufrió daños en su fachada, una iglesia en la localidad de Plaisance, en la provincia del Norte, también sufrió daños. Las autoridades y grupos de socorro esperaban más detalles sobre los daños en la isla La Tortuga, donde la falta de comunicación impedía conocer si había heridos y víctimas mortales.
El presidente Jovenel Moïse y el primer ministro Jean-Henry Ceant visitaron el domingo Gros Morne y Port-de-Paix para supervisar las labores de ayuda a los afectados.
Haití, el país más pobre de América, se encuentra en una zona vulnerable a los sismos debido a su cercanía con el límite de la placa tectónica del Caribe y a que su territorio cruza varias fallas geológicas.
El sismo del sábado tuvo su epicentro cerco del límite entre las placas del Caribe y Norteamérica. El 12 de enero de 2010, un terremoto devastador registrado en la falla de Enriquillo, en el sur del país, destruyó gran parte de Puerto Príncipe y provocó, según cálculos del gobierno, más de 300.000 muertes.
Mientras brigadas de protección civil trabajaban en el retiro de escombros y para ayudar a la población afectada, varias personas buscaban hierro entre los restos de los inmuebles para reusarlo o venderlo.
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