Trabajadores de Florida, muchos de ellos indocumentados, realizaron ayer un paro de labores en protesta por una ley de migración del Gobernador republicano, Ron DeSantis, que entrará en vigor el 1 de julio con la finalidad de restringir las oportunidades laborales de aquellos que no tienen un estatus legal en Estados Unidos.
La protesta se extendió a otros estados en una señal de solidaridad. Se programaron movilizaciones al menos en ocho entidades más, incluidas California, Georgia, Minnesota, Illinois, Oregon, Texas, Carolina del Sur y Colorado.
Según reportes de medios locales, los trabajadores agrícolas no se presentaron a laborar, los propietarios de los viveros de plantas cerraron y muchas empresas no abrieron al público en apoyo al movimiento.
En el denominado «Día sin Migrantes» también se instó a los indocumentados a no consumir productos o gastar en servicios para mostrar su impacto en la economía.
La nueva ley de DeSantis, la SB 1718, requerirá, entre otras cosas, que compañías con más de 25 individuos en su personal utilicen la aplicación E-Verify para revisar el estatus migratorio de los empleados al realizar contrataciones. En caso de no hacerlo, se impondrían sanciones a los empleadores.
También requiere que los hospitales de Florida que aceptan Medicaid incluyan una pregunta de ciudadanía en los formularios, lo que desalienta a muchos indocumentados a recibir atención médica.
Algunas familias de migrantes han abandonado la entidad por las medidas antimigrantes de DeSantis, según registros. Otras debaten si hacer lo mismo o no antes de que la ley SB 1718 entre en vigencia.
«Básicamente tenemos que huir, huir como si fuéramos delincuentes y no lo somos, al contrario, estamos aquí para trabajar», apuntó a WTVJ, bajo anonimato, una trabajadora de una guardería de ascendencia mexicana.
Algunos de los empleadores de Florida también expresaron su descontento con la ley de DeSantis.
«¿De quién es la culpa? Sólo del Gobernador, porque agitó un nido de avispas en el que no debería haberse involucrado», dijo William De La Cruz, cuyo negocio cerró sus puertas ayer, a Telemundo.
«(DeSantis) también come de los productos que recogen los migrantes».
Cuando el Gobernador de Florida firmó la ley el mes pasado, acusó a la Administración del Presidente Joe Biden de haber provocado una crisis fronteriza que, según sus palabras, pone en peligro a los estadounidenses.
«En Florida, no nos quedaremos de brazos cruzados mientras el Gobierno federal abandona sus deberes legales de proteger a nuestro país. La legislación que firmé otorga a Florida las leyes contra la migración ilegal más ambiciosas del país, asegurando que los contribuyentes no paguen la factura de la migración ilegal», subrayó DeSantis en ese momento.
AGENCIA REFORMA.
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