En el umbral del nuevo año, Japón fue sacudido por una serie de sismos en su corazón, destacándose uno de considerable intensidad, marcado con una magnitud de 7.6 que desencadenó una alerta de tsunami inmediata. La península de Noto, situada en la prefectura de Ishikawa, se convirtió en el epicentro de este desastre natural, con los primeros temblores registrados alrededor de las 16:10 horas, hora local, según reportes del Instituto de Estudios Geológicos de Estados Unidos (USGS).
A través de las redes sociales, especialmente en plataformas como X, previamente conocida como Twitter, comenzaron a circular impactantes videos y fotografías capturando el momento exacto en que la tierra temblaba, revelando los estragos visuales ocasionados por este movimiento telúrico.
Entre los escombros de las estructuras colapsadas, voces desesperadas clamaban por ayuda. Las redes se inundaron no solo de imágenes vívidas del desastre, sino también de mensajes angustiosos de personas atrapadas, que compartían su ubicación precisa y su estado, algunos heridos y sin posibilidad de movimiento.
La aplicación SASSLA, reconocida por emitir alertas sísmicas en México, utilizó X para difundir capturas de pantalla de estos desgarradores llamados de auxilio, subrayando la urgencia de los esfuerzos de rescate en curso.
Los daños más severos se concentraron en las estructuras más antiguas y vulnerables, mayormente construidas de madera, exacerbando la vulnerabilidad de las viviendas tradicionales japonesas ante eventos sísmicos de tal magnitud.
El portavoz del gobierno, Yoshimasa Hayashi, confirmó la difícil situación en Ishikawa, reportando múltiples incidentes de personas atrapadas bajo escombros de edificios colapsados.
Mientras tanto, imágenes transmitidas por los medios locales exhibieron la devastación de un incendio de gran magnitud que consumió varios edificios en Wajima, subrayando aún más el caos desencadenado por el sismo inicial.
Tsunami Post-Sismo: Ondas de 1,2 Metros Impactan Costas Japonesas
Poco después del terremoto, las secuelas se hicieron sentir en las costas japonesas con el impacto de olas de tsunami alcanzando una altura de 1,2 metros en el puerto de Wajima, en la península de Noto, según confirmó la agencia meteorológica del país.
A pesar de la alarma inicial, el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawái, alivió las preocupaciones al declarar que la amenaza de tsunami había disminuido considerablemente. No obstante, como medida preventiva, las autoridades de transporte cerraron autopistas en áreas cercanas al epicentro, mientras que Japan Railways suspendió temporalmente los servicios de tren de alta velocidad entre Tokio y la prefectura de Ishikawa.
En un alivio adicional, el gobierno japonés confirmó que no se habían reportado incidentes significativos en las plantas nucleares del país, brindando un pequeño consuelo en medio de la crisis generalizada.