Las corcholatas presidenciales de Morena, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, dejaron a un lado su competencia política para respaldar, juntos, a la candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez, en Valle de Chalco.
Ambos llegaron separados y fueron colocados en primera fila, casi juntos, sólo divididos por Martha Delgado, quien renunció a la subsecretaría de Relaciones Exteriores para dedicarse a promover a Ebrard.
Los morenistas que se ubicaron en las primeras filas fueron los únicos que se percataron de su presencia, pues ni la abanderaba ni el líder nacional los mencionaron en sus discursos. Al final del acto, el maestro de ceremonias los enlistó entre los «invitados especiales».
También asistieron la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto; y la del Trabajo, Luisa María Alcalde; así como el director del IMSS, Zoé Robledo.
Delfina Gómez enfocó su discurso en agradecer el respaldo que le ha dado la zona oriente, donde afirmó tienen una ventaja irreversible.
Aseguró que a los morenistas no los invade el sentimiento de revancha, sino de ganar para mejorar las condiciones en las que viven los pobres en la entidad.
El líder morenista Mario Delgado insistió en que no deben confiarse en que dominan la zona oriente, por lo que en los próximos días deben de redoblar esfuerzos. Aseguró que la clave en las elecciones pasadas ha sido la unidad.
«Quiero que hoy la maestra Delfina le ponga palomita a Valle de Chalco. Levanten la mano todos los que nos van a ayudar. Todos los protagonistas del cambio verdadero. ¿Quiénes saldrán de manera masiva a votar el próximo domingo? ¿Quiénes van a hacer historia?
«Pues qué creen, no es suficiente. Tenemos que asegurar la victoria. Por eso que nadie se queda en casa y que todo el pueblo del Estado de México se ponga de pie», afirmó Delgado.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIA REFORMA.
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